Cuando éramos chicos,
la suerte se decidía con un
[apetilucichacarelevevamosacurtircurtivacarche]
la suerte se decidía con un
[apetilucichacarelevevamosacurtircurtivacarche]
Con un sinsentido.
Sí.
Pero funcionaba.
Creíamos en su poder para ordenar los turnos.
Mi hija,
no banca el sinsentido,
ni las imposiciones.
no banca el sinsentido,
ni las imposiciones.
Su mundo se ordena cuestionandolo todo.
Para ella
[la suerte es loca al que le toca, le toca]
Y sino le toca,
chau suerte.
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