28.6.12

ENCRUCIJADAS

Camina lentamente.
No son sus pies los culpables.
Es el peso de la tristeza
sobre su corazón de chocolate.
Sus ropas ocultan 
la forma del olvido.
Tan fuera deja su deseo
que nada aquieta 
el murmullo de su soledad.
Sueña. Llora. Miente.
Su vida se convierte
en un escenario vacío.
El telón no se levanta
nunca empieza la función.
Ese aplauso no llega
y tampoco el amor.


6 comentarios:

  1. Gracias¡¡ Bienvenida¡¡¡¡¡

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  2. Cómo llegas a transmitir tan claro la tristeza de esa mujer, me conmovió.

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  3. Amé este escrito, china! bess!

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  4. Y yo amé tus lechuzas¡¡¡ Ya encargué una en SI SUPIERAS...(Barrio Norte), gracias por pasearte por acá¡¡Abrazo¡¡

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chinadas